Entrevista a director del CCBORDA
Txt Mijal Iastrebner / Ph Karen Levin
“Que pase el que quiera, la entrada es libre”, invita a los gritos un hombre de pijama a rayas mientras salta sobre los resortes de una obra de arte que lleva un cartel que dice “Sacude tu mente” y tira papel picado al aire. A unos pasos, lo observa el doctor y director del Centro Cultural Borda, Daniel Camarero, con una sonrisa orgullosa.
“Creo que la gente está contenta, disfrutando lo que ve”, dice Camarero, quien agrega que es difícil distinguir a los pacientes entre los presentes en la muestra y asegura: “Es una buena noticia que el hospital tiene un arte, el Art Brut, y que eso se debe saber”.
"Hoy en día este arte está buscado a nivel mundial, sobre todo en Europa. Vienen a recorrer los hospitales psiquiátricos para ver la obra de los pacientes. Si ellos (por los europeos) lo hacen, ¿por qué no hacerlo nosotros?”, piensa en voz alta el doctor e insiste con la idea: “En Europa pagan por esto. Hasta buscan con investigadores a los pacientes que pintan. Es algo muy cotizado ¿Cómo no darnos cuenta del valor que tiene esto?”.
Resulta algo extraño escuchar hablar al director del espacio cultural del hospital de salud mental acerca del arte que sus pacientes producen como un objeto cotizable.
“El Art Brut, pone las cosas en su lugar: el paciente puede estar cuidado dentro del hospital, porque la sociedad es muy dura y muy hostil con una persona discapacitada, pero también puede disfrutar de todos los hechos de la sociedad”, dice Camarero y deja lugar a pensar que ese “todos los hechos de la sociedad” es parcial si sólo se considera que la sociedad se acerque, a través del arte, al Borda y no que los pacientes se acerquen a la sociedad, que salgan (con la contención necesaria) de su situación de encierro.
Más allá de los complejos cuestionamientos que aparecen en una muestra que expone instalaciones audiovisuales montadas con modernas macbooks dentro de en un edificio en peligro de derrumbe (a fuera, dos dotaciones de bomberos esperan pasar la tarde sin peores noticias que las de los camiones estancados en el lodoso parque), no se puede negar que todos los presentes han explorado situaciones lúdicas y compañías muy placenteras, olvidado las patologías propias y ajenas. “Yo voy a luchar para que esto continúe”, promete Camarero.
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